martes, 11 de septiembre de 2012

Torneo Adeptvs: Trasfondo

¡Hola de nuevo! Mientras subo a mis galerias de Adeptvs y La Armada las fotos del progreso en mi Stormtalon, me gustaría compartir en el blog el relato que elaboré para el pasado Torneo Adeptvs.

LA QUINTA EXPEDICIÓN A DEPTVS 1.5


La siguiente historia se enmarca entre los acontecimientos ocurridos en Aronticus, durante la Guerra de Badab y la asunción por parte de Caotl Auhtli del mando de la5ª Compañía.
En estos momentos, Auhtli, junto con su escuadra, acaba de ser ascendido a Veterano. Forman parte de los Primeros.


VISIONES DEL KUNAQ

El fuego devoraba a la gran serpe, mientras los hijos de Ícaro hundían sus lanzas en su lomo y sus espadas en su vientre. Los guerreros Jaguar la habían derribado con flechas de fuego y disparos de sus primitivas armas. La bestia estaba herida, pero no muerta. Sus alas se habían roto con la caída y plumas en llamas caían aún de la gran bóveda de vegetación.

Anka Qatiqill no sabía como había entrado la bestia en la jungla. No era su territorio, y no solían adentrarse en las Grandes Sombras. Aquella serpe debía tener un hambre voraz. Miró al cielo, al agujero que había creado entre las ramas el cuerpo de la serpiente alada. Era la Noche, el único momento en que en Ícaro se veían las estrellas. Los guerreros no prestaban atención al Kunaq. Para ellos, no existía. Y ellos, se dio cuenta en ese instante, tampoco.

Cuando fue consciente de aquella realidad, Anka Qatiqill despertó en su celda. Se encontraba en Ícador, no en la jungla, y no había serpes ni guerreros. Se levantó y reflexionó sobre su sueño. Podría tener algún significado, o podría no ser más que un sueño. Chasqueó la lengua, rompiendo el silencio de la pequeña habitación. Solo y en la oscuridad no iba a adivinarlo.
Se vistió con una túnica ligera y salió al pasillo. Su habitación estaba cerca del Librarium, que se encontraba siempre iluminado para aquellos hermanos que buscasen la sabiduría escondida en su interior.
Un servidor de mirada vacía se encontraba en las inmediaciones de la entrada. Cuando se acercó, Anka escribió en el teclado de su espalda “Mapas Estelares”. El servidor reaccionó como un resorte y sus orugas se pusieron en marcha. Al cabo de un momento volvió con varias placas de datos. El Kunaq las cogió y se sentó frente a la gran holopantalla que presidía centro del Librarium.

Llevaba ya más de nueve horas mirando distribuciones estelares desde todos los ángulos, cuando una formación le llamó la atención. Indicó al Espíritu de la Máquina que acercara las estrellas. “Más” le ordenó. “Más”. “Más”.

Ahí estaban. Eran las estrellas de su sueño, estaba seguro. Las que el cuerpo de la serpe había dejado al descubierto con su caída.
Ordenó a la máquina que le mostrase todos los planetas que tuvieran en este momento visión de aquellas estrellas en la posición en la que se encontraban ahora distribuidas.
Una lista apareció ante sus ojos, con puntos marcados en el mapa estelar de un brillante color rojo. Los fue marcando de uno en uno, estudiándolos, analizándolos con la mente abierta, con el poder latente en su interior.

Finalmente, uno de los nombres le hizo detenerse. Deptvs 1.5. Una luna ubicada en un sector deshabitado, pero, según sus datos, totalmente habitable. El mundo sobre el que giraba, era un gran gigante gaseoso. “Qué extraño…”. El Imperio no era un organismo que dejase escapar ese tipo de recursos, la posibilidad de extraer el gas del planeta mediante la instalación de un complejo minero en Deptvs 1.5 habría sido el curso normal de acontecimientos. Aquel satélite parecía una fruta madura, dispuesta a ser recogida.

Leyó su historia. Al parecer, había habido 4 intentos de colonización. Todos estaban marcados con la palabra “INFRUCTUOSO”, pero no daban más explicación. El asunto parecía estar marcado con cierto aire de misterio.
No obstante, él lo sabía. En aquél lugar, una serpe iba a caer. Y los hijos de Ícaro debían estar allí para combatirla.


KHATL

Caotl Auhtli era el Khatl de la Escuadra Jaguar. Habían elegido ese nombre hace unas semanas, cuando fueron trasladados a la Primera Compañía, tras una larga deliberación que había terminado con dos guerreros Águila en la enfermería.
Pese a que provenían de partes muy distintas de su mundo, se sentían muy unidos entre sí. Eran parte de los Primeros, aquellos que habían pasado las pruebas de iniciación por primera vez en Ícaro.
Habían servido juntos en Aronticus, y todas las campañas en las que habían intervenido los Águilas Rojas desde entonces. El Señor del Capítulo parecía asegurarse de ello.

Tras su última batalla, en el mundo de Garag, bajo el mando del Capitán Ollegio, de la Tercera, su escuadra táctica había logrado defender de forma heroica las posiciones avanzadas de la Compañía frente a los insidiosos Eldar Oscuros, que los acecharon durante días, tratando de cazarlos como a animales. Cuando el humo de la guerra se disipó, la escuadra táctica permanecía intacta, y los Xenos estaban muertos. Pese a que Ollegio tenía prohibido que sus hombres llevaran a cabo prácticas barbáricas, los Primeros eran terriblemente indisciplinados en ese sentido. Se habían colgado al cinto las cabezas de los enemigos caídos y su aspecto se acercaba más al de un guerrero del Caos que al de un Astartes.
Ollegio había montado en cólera cuando supo de su ascenso a la Primera Compañía. Según decían, había acudido al Señor del Capítulo con intención de que los convirtieran en servidores.
Tras no lograr su objetivo, el Capitán tuvo que contentarse con perderlos de vista.

No eran jóvenes díscolos. Todos ellos acumulaban casi dos siglos de servicio, y eran letales en combate. Su ascenso no era fortuito o fruto de un momento de gloria fugaz. Se habían ganado a pulso el estatus de Veteranos.

Aún se estaban acostumbrando a su nuevo destino cuando apareció un servidor del Librarium. “El Kunaq desea verle, Khatl Auhtli”. No hacía falta que especificara quien. Con el cargo bastaba. Todos los Bibliotecarios de los Águilas Rojas eran anteriores a Ícaro. Todos menos uno. Anka Qatiqill, el único Primero que había demostrado tener dotes psíquicas.

Normalmente le llamaban Bibliotecario Qatiqill. Pero los icarienses se referían a su cargo como Kunaq, consejero, sabio; y a él, como el Kunaq Anka.

Cuando llegó a su celda observó que el Kunaq se encontraba observando mapas estelerales.
- Me han dicho lo de tu ascenso, Khatl.- Dijo el Bibliotecario con una sonrisa.- Enhorabuena.-
- Gracias, Anka. Una pena que no te hayas podido unir a nosotros.-
- Ni yo, ni muchos de nuestros primeros hermanos. Pero cada día somos más, Caotl. Pronto tendrás más nómadas del desierto a los que mandar a la enfermería.-
- ¿Me has llamado únicamente para felicitarme?-
- No, te he llamado por que voy a necesitarte.- Le hizo un gesto con la mano para que se acercara.- Tengo una misión. El Señor del Capítulo me ha dado el visto bueno para elegir una fuerza de combate para llevarla a cabo.-
- ¿Qué clase de misión?-
- Aun no lo sé. Ha sido todo un sueño.- Dijo.
- ¿Un sueño? ¿Vamos a perseguir un sueño?-
- Así es. Ha sido premonitorio. Lo sé. Un gran mal se cierne sobre esta luna.- señaló Deptvs 1.5 en el mapa.
- ¿Estás seguro?
- ¿Soy o no soy un Kunaq, Caotl?
- Entiendo. ¿Y que tenías pensado?-
- Voy a reunir una fuerza de combate, intentaré que el número de icarienses sea el máximo posible. Este mal debe ser combatido por los hijos de Ícaro.
- ¿Reunir a todos los icarienses?
- A todos los posibles. Te quiero en el campo de batalla, Caotl. A ti y la Escuadra Jaguar.
- Por supuesto, Kunaq. Estaremos bajo tus órdenes.-
- Quiero que os dividáis en escuadras de combate. Os he conseguido varios regalos que seguro os gustarán.-
- Se vé que el Señor del Capítulo tiene fe en ti.-
- Tiene fe en los icarienses, Caotl. Somos el futuro del Capítulo. Desea que recorramos nuestro propio camino.-
- Y ese camino pasa por… ¿Deptvs 1.5?-
- Así es.
- ¿Y como se llama esta fuerza de combate tuya, Anka?
- No lo había pensado… Pero puesto que esta será la quinta vez que el Imperio trate de conquistar Deptvs 1.5…¿Qué te parece Expedición Nahul?-
Caotl Authli sonrió con ferocidad.
- Perfecto.-
Este relato tiene mucha información de cara al trasfondo de mi ejercito.
Estamos ante el que será el germen de la 5ª Compañía, bajo el auspicio del Bibliotecario Anka Qatiqill.
Para empezar, emplaza la acción en el pasado. Caotl Auhtli, el actual capitán de la 5ª Compañía, acaba de ser ascendido a Veterano.
La historia nos presenta a dos personajes recurrentes en mi ejercito, Auhtli y Qatiqill.
Por último, y no menos importante, vocabulario:
- Kunaq. Es la palabra icariense para denominar a un Bibliotecario. Viene a significar sabio o el que mira las estrellas.
Khatl. Lo mismo, para Sargento. Supongo que puede servir para cualquier oficial. Un Khatl de escuadra o un Khatl de Compañía.
- Nahul. Cinco, el número.

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